Desacostumbrado a prestarle atención al Tv, lo encendí a las 22 hs. exactas con las expectativas puestas en ver el programa que había elegido ver... si hasta calculé la cena para comer mientras miraba la ansiada producción suarista. Encendido el aparato me fui a la mesa, me senté, me serví la comida y para mi sorpresa en vez de tragar tarta de verduras (mi cena de hoy) me tuve que tragar el final de "Malparida". Para peores no tengo control remoto (por fiaca y no ir a comprar uno).
Pero eso no es todo...
Ingenuamente pensé "Bue... ya debe estar terminando porque a las 22 hs. empieza el otro programa"... ¡Las pelotas de Magallanes! ¡NO sólo no terminó, sino que yo terminé de comer antes de que terminara esa porquería, y por ende me levanté, apagué el televisor y vine a quejarme sin poder ver el programa que yo quería!
Algunas conclusiones:
1.- Odio con un motivo nuevo la impuntualidad
2.- Nunca confíes en las publicidades: ¡mienten! Sí, mienten... aunque parezca increíble
3.- Con la Teve abierta que tenemos, el control remoto no es un lujo... es una necesidad
4.- Tengo que comer más despacio
5.- Encontré una excelente razón para actualizar este abandonado rinconcito
Jajaja Bienvenido a la nueva televisión! Aclaro que nunca fui de mirar novelas... Pero de esa forma (cena + impuntualidad mediatica))vi esa maldita novela entera!!!
ResponderEliminar¿No había notado que en la televisión ya no existen los horarios fijos? Ahora son todos "al término de..." (Tinelli, por lo general). O también ponen horarios ridículos, como las 23:15hs.
ResponderEliminarIgualmente, no me importa, si prender la televisión a cualquier hora en cualquier canal significa ver algo relacionado con realizar alguna actividad por un sueño.
Sería bueno dormir por un sueño. Me prendo en ese.