Amistad entre el varón y la mujer... (Parte II)

Ahora, para no rendirme fácilmente ante tamaña aventura, creo que debería comenzar por decir qué entiendo aquí por “amistad”. Amigo/as creo son dos individuos que se entrelazan (metafísicos, les doy una tregua…); que enlazan sus almas en base a la confianza plena, al diálogo, a la apertura de sus sentimientos, sus ideas, sus delirios, etc. en pocas palabras: amigos/as son aquellos que pueden hablar de todo y que saben que en el otro van a encontrar una escucha atenta y, además, que sentimos plena confianza para no ocultar aspectos de nuestras vidas que, sin dudas, ante quien no fuera amigo nos avergonzaría. Amigo/a es aquel ante el cual no me paro especulando, viendo qué provecho puedo sacar; qué beneficios me atraería comulgar circunstancialmente con él. Amigo es a quien le puedo depositar mi vida, y ante quien me ofrezco para ser su depositario, incondicionalmente. Amigos/as son personas que se igualan; personas que, respetando las diferencias lógicas y deseables, se disponen en un plano de igualdad que permite no planificar estrategias, sino pactar diálogos. Es decir, amigos/as son personas que hablan desde la sinceridad en sus intenciones, palabras y actos. El fin de la amistad es la amistad en sí misma… es decir, la amistad es un fin en sí mismo y por eso una virtud vedada (hoy más que nunca) a muchos individuos que, casi con seguridad, en este momento no saben de lo que estoy hablando.

En resumidas cuentas, a eso le llamamos amistad en estos párrafos. Y en esta definición es donde encontramos nuestro principal argumento para sostener nuestra hipótesis. La atracción sexual impide este vínculo amistoso porque siempre por detrás rige, entonces, otro fin que condiciona el diálogo: la posibilidad de dialogar pero con los cuerpos… o sea, de consumar eso que Lita de Lázzari denomina “el seso”. Entonces, ¿cuál es el motivo del acercamiento al otro género? Sí, uno que no se dice, es decir, se oculta sin maldad, obvio, pero también sin sinceridad. Uno no le dice a una piba o pibe: “Hola, quiero acostarme con vos” así como así… a lo sumo después de algún tiempo y cuando ya hay una confianza que no se confunde con la amistad. En cambio uno a un amigo/a sí le confiesa sus alegrías y miserias sin reservas.

(Continuará con los últimos 3 argumentos...)

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