Esta vez, y gracias a los amigos de Difícil que el Chancho Chifle, el sentido y apasionado odio del Licenciado se hace voz.
Con uds., miserables personajes que merecen ser defenestrados.
LA IMPUNTUALIDAD COMPULSIVA
Odiamos a todo aquel que, conciente de que está llegando tarde a un lugar, no puede evitar demorarse un poquito más y hacernos esperar un consecuente poquito más de lo que ya esperamos...
LOS VENDEDORES DESESPERADOS
Odiamos a aquellos que te quieren vender cualquier cosa, de cualquier manera; incluso eso que no le pedimos… y encima te hacen perder tiempo. Ejemplo:
- Comp.: Hola, ando buscando una remera blanca con un círculo violeta en cada hombro.
- Vendedor: A ver, ya me fijo si me queda…
Él sabe que no le queda, pero 15 minutos después viene y te dice:
- No che, no me queda. Pero vos sabés que acá tengo una muy parecida, color gris con un triángulo a la altura del ombligo. Te la traje por si te la querés probar y ver si te gusta.
… Eso es un vendedor desesperado… ¡y los odiamos! ¿O acaso no escucharon lo que les pedimos? ¡No cuesta nada decir “No tenemos”!
LAS APRIETACACHETES COMPULSIVAS
Odiamos a las señoras viejas insoportables que no pueden evitar ver un niño pequeño y apretarles los cachetes al son de alguna frase cursi balbuceante… como si los niños no fueran personas y de grandes hablaran otro idioma. Sra. Vieja, le preguntamos: ¿a Ud. Le gustaría ir por la calle en su silla de ruedas y que alguien le apriete las várices mientras con una sonrisa le dice “Ay, mire la viejita qué violeta tiene las venas, cuchi cuchi, bla blu blo”?
LOS VIEJOS OPINÓLOGOS
Odiamos con exasperación a los viejos que se creen que saben todo y que encima tienen derecho a saberlo por el simple hecho de… ¡ser viejos! No contentos con ello, opinan sobre lo que uno debería hacer, porque los jóvenes están perdidos y porque “antes las cosas estaban mejor… y te lo digo yo que lo viví, no me lo contó nadie, querido”. Sr. Viejo insoportable, le preguntamos: ¿Ud. habrá vivido también la Dictadura militar y quiere que vuelva Videla porque “antes, nene, al menos podías salir a la calle sin que te afanen y no existía la droga”? Querido viejito, la edad no otorga sabiduría por sí sola… ¡otorga volverse ‘gagá’ por naturaleza únicamente!
Mención de Honor a los viejos que manejan y se creen que son dueños de la calle... ¡también porque son viejos!
LOS DIMINUTIVISTAS COMPULSIVOS
Odiamos severamente a aquellos que a toditos los sustantivitos y adjetivitos les agregan diminutivitos. “¿Le ponemos quesito y jamoncito al sandwichito?”, “Pepito, qué lindito anda el autito”, “Se le infectó la orejita a Marianita”, “¿Vamos a dar un paseito?”, “Ay, qué hermoso cómo pinta el librito el nenito con los lapicitos”, “Pero qué tiernito cómo le pega 100 cuchilladitas el asesinito a la viejita a la que le está robando la platita de la jubilacioncita”. ¡Basta! ¡No los soportamos! ¡El mundo no es chiquito… y no todo es dulce y tierno, por favor! ¡¡Y “Pepito” ya tiene pelitos en los huevitos como para que lo sigan tratando como a un nenito!!
LOS INSULSOS COMPULSIVOS
Odiamos hasta el insulto a todos aquellos a los que “Me da lo mismo”, “Es igual”, “Me es indiferente”, “Todo bien, elegí vos”… ¡No es lo mismo la pizza con anchoas que sin anchoas! ¡No es lo mismo salir a caminar que quedarse viendo una película! ¡No es lo mismo tomar Coca-cola que tomar Pepsi! ¡Cómprense una postura en la vida, por favor, porque NO ES LO MISMO que pedirla prestada!
(Dedicado a Rodrigo Barba, un adelantado)
LOS PELUQUEROS
Los odiamos poderosamente por embusteros. Sí, porque no puede ser que luego de cortarnos el cabello nos peinen de un modo que nos hace creer que el corte nos queda bien y que por fin encontramos ese estilo que tanto buscamos; y cuando al otro día queremos hacerlo nosotros, nos damos cuenta que nunca jamás nos va a quedar como lo hizo él. ¿O tenemos que resignarnos a creer que el secreto está en todas esas cremas que usan para dejarnos el pelo monono y que, obviamente, pretenden vendernos?
LOS REENVIADORES DE FW
Odiamos hasta que nos salen juanetes a todos los ingenuos y supersticiosos que apenas les llega un FW amenazante o apocalíptico; gentil o esperanzador lo reenvían a sus contactos para que su vida no se arruine... arruinándonos la nuestra al hacernos perder tiempo. Más odiamos a los que le sacan el FW del título para que lo abramos. Les preguntamos: ¿por qué en vez de molestar a sus amigos no les mandan un mail a sus jefes para que no los eche y así su vida no se les arruina? Ah, nos olvidábamos: Hotmail no va a cerrar y dejen de desearnos mala suerte si no tenemos ganas de molestar a otros como uds. a nosotros reenviándoles estampitas... o se les va a aparecer la Llorona de la mano del Viejo de la Bolsa a los pies de la cama todas las noches!!!!!
Odiamos a todo aquel que, conciente de que está llegando tarde a un lugar, no puede evitar demorarse un poquito más y hacernos esperar un consecuente poquito más de lo que ya esperamos...
LOS VENDEDORES DESESPERADOS
Odiamos a aquellos que te quieren vender cualquier cosa, de cualquier manera; incluso eso que no le pedimos… y encima te hacen perder tiempo. Ejemplo:
- Comp.: Hola, ando buscando una remera blanca con un círculo violeta en cada hombro.
- Vendedor: A ver, ya me fijo si me queda…
Él sabe que no le queda, pero 15 minutos después viene y te dice:
- No che, no me queda. Pero vos sabés que acá tengo una muy parecida, color gris con un triángulo a la altura del ombligo. Te la traje por si te la querés probar y ver si te gusta.
… Eso es un vendedor desesperado… ¡y los odiamos! ¿O acaso no escucharon lo que les pedimos? ¡No cuesta nada decir “No tenemos”!
LAS APRIETACACHETES COMPULSIVAS
Odiamos a las señoras viejas insoportables que no pueden evitar ver un niño pequeño y apretarles los cachetes al son de alguna frase cursi balbuceante… como si los niños no fueran personas y de grandes hablaran otro idioma. Sra. Vieja, le preguntamos: ¿a Ud. Le gustaría ir por la calle en su silla de ruedas y que alguien le apriete las várices mientras con una sonrisa le dice “Ay, mire la viejita qué violeta tiene las venas, cuchi cuchi, bla blu blo”?
LOS VIEJOS OPINÓLOGOS
Odiamos con exasperación a los viejos que se creen que saben todo y que encima tienen derecho a saberlo por el simple hecho de… ¡ser viejos! No contentos con ello, opinan sobre lo que uno debería hacer, porque los jóvenes están perdidos y porque “antes las cosas estaban mejor… y te lo digo yo que lo viví, no me lo contó nadie, querido”. Sr. Viejo insoportable, le preguntamos: ¿Ud. habrá vivido también la Dictadura militar y quiere que vuelva Videla porque “antes, nene, al menos podías salir a la calle sin que te afanen y no existía la droga”? Querido viejito, la edad no otorga sabiduría por sí sola… ¡otorga volverse ‘gagá’ por naturaleza únicamente!
Mención de Honor a los viejos que manejan y se creen que son dueños de la calle... ¡también porque son viejos!
LOS DIMINUTIVISTAS COMPULSIVOS
Odiamos severamente a aquellos que a toditos los sustantivitos y adjetivitos les agregan diminutivitos. “¿Le ponemos quesito y jamoncito al sandwichito?”, “Pepito, qué lindito anda el autito”, “Se le infectó la orejita a Marianita”, “¿Vamos a dar un paseito?”, “Ay, qué hermoso cómo pinta el librito el nenito con los lapicitos”, “Pero qué tiernito cómo le pega 100 cuchilladitas el asesinito a la viejita a la que le está robando la platita de la jubilacioncita”. ¡Basta! ¡No los soportamos! ¡El mundo no es chiquito… y no todo es dulce y tierno, por favor! ¡¡Y “Pepito” ya tiene pelitos en los huevitos como para que lo sigan tratando como a un nenito!!
LOS INSULSOS COMPULSIVOS
Odiamos hasta el insulto a todos aquellos a los que “Me da lo mismo”, “Es igual”, “Me es indiferente”, “Todo bien, elegí vos”… ¡No es lo mismo la pizza con anchoas que sin anchoas! ¡No es lo mismo salir a caminar que quedarse viendo una película! ¡No es lo mismo tomar Coca-cola que tomar Pepsi! ¡Cómprense una postura en la vida, por favor, porque NO ES LO MISMO que pedirla prestada!
(Dedicado a Rodrigo Barba, un adelantado)
LOS PELUQUEROS
Los odiamos poderosamente por embusteros. Sí, porque no puede ser que luego de cortarnos el cabello nos peinen de un modo que nos hace creer que el corte nos queda bien y que por fin encontramos ese estilo que tanto buscamos; y cuando al otro día queremos hacerlo nosotros, nos damos cuenta que nunca jamás nos va a quedar como lo hizo él. ¿O tenemos que resignarnos a creer que el secreto está en todas esas cremas que usan para dejarnos el pelo monono y que, obviamente, pretenden vendernos?
LOS REENVIADORES DE FW
Odiamos hasta que nos salen juanetes a todos los ingenuos y supersticiosos que apenas les llega un FW amenazante o apocalíptico; gentil o esperanzador lo reenvían a sus contactos para que su vida no se arruine... arruinándonos la nuestra al hacernos perder tiempo. Más odiamos a los que le sacan el FW del título para que lo abramos. Les preguntamos: ¿por qué en vez de molestar a sus amigos no les mandan un mail a sus jefes para que no los eche y así su vida no se les arruina? Ah, nos olvidábamos: Hotmail no va a cerrar y dejen de desearnos mala suerte si no tenemos ganas de molestar a otros como uds. a nosotros reenviándoles estampitas... o se les va a aparecer la Llorona de la mano del Viejo de la Bolsa a los pies de la cama todas las noches!!!!!
ODIO, ODIO, ODIO CON TODA EL ALMA A LOS INSULSOS COMPULSIVOS. ESTRATEGIA COBARDE, SI LAS HAY, DONDE PONEN EN UNO LA DECISIÓN DE HACER UNA U OTRA COSA Y ESPERAN LUEGO PARA, SI LAS COSAS NO RESULTAN BIEN, MOSTRAR QUE NO LES GUSTÓ LA DECISIÓN. PERO LA CULPA ES DEL OTRO.
ResponderEliminarGRACIAS POR LA DEDICATORIA DE LA MAXIMA!!
UN ABRAZO
Como buen neurótico obsesivo (cada día más parecido a Jerry Seinfeld) odio a los que comen "pochoclos" en el cine!!! Suena como a 500 orquestas eso!!! Muy bueno como siempre Lic. R. Abrazo
ResponderEliminarOdio a los que comen y comen, y no engordan. Odio a las mujeres que suben al colectivo con su hijo de 7 años a cuestas para que le den el asiento. Qué rabia!!!
ResponderEliminarLa escena de las varices es lo mejor que hubo y habrá en el blog del Lic.
ResponderEliminarCompiladores, por más venas estancadas y por Fabián Vena, que merece una mención, los saludo.
Don Rodrigo
(como dice arriba al lado de "dijo")
Los pochocleros compulsivos, gracias a Ud. pianista del averno, ya tienen su lugar en el resentido corazón del Licenciado... y un espacio en este blog.
ResponderEliminarSrito. Lini: deje de buscar excusas para odiar al Licenciado. Ódielo por lo que es... o sea diferente y no lo odie.
Don Rodrigo: su coagulante comentario nos sugirió una pregunta: ¿por qué lo más desagradable es lo mejor que existió, existe y existirá en este blog... y en todo el mundo? Morboso de porquería!
Los. Compiladores.-
Me maté de risa con el Licenciado. Lo de las varices fue tremendamente asqueroso.
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