
Vinculado estrechamente a Platón… por el hecho de que de ninguno se sabe con certeza su año de nacimiento. Si no tuviéramos en cuenta esto, dicho vínculo se quebraría inmediatamente.
Legendario caminante de las calles de Santa Fe, ciudad que lo tuvo como habitante hasta el momento de su desaparición (la de él), solía recorrer los barrios, errante, interrogando a los vecinos tal tábano socrático, es decir, como un zumbido insoportable que no deja dormir. Sus preguntas, cuentan, inquietaba el ingenio de sus interlocutores: “Me quedé dormido en el colectivo y no sé dónde estoy: ¿Qué barrio es este?, ¿Qué hora es?, ¿No tiene cambio de $2? Me quedé sin monedas para el cole”.
No se tienen certezas respecto a los motivos de su espontánea desaparición. Siquiera se sabe si ha muerto. Quizás su genio, harto de no encontrar interlocutores sagaces y sutiles, lo destinó al silencio de alguna Isla flotante del Río Paraná, cercana a alguno de los prostíbulos lindantes a la Ruta Nacional Nº 168, donde no hay sagaces, sutiles, ni interlocutores… también es posible que se haya visto obligado a pasar a la clandestinidad por deudas de juego (el insistía en que era un excelso jugador de Loba, pero confundía las reglas de la misma con las del Chinchón) o, bien, por culpa de aquel famoso affaire con la tía del “Filudo” Gómez, el carnicero del FONAVI del Bº Centenario.
Afortunadamente, un allanamiento en su casa por fuertes olores a toda clase de inciensos nos abrió las puertas a sus obras inéditas y, quién sabe, probablemente póstumas. Una obra fragmentada que no podría ser encasillada en ninguna escuela o corriente del pensamiento… pero porque el Licenciado no fue a la escuela y es dudoso que se puedan calificar sus textos como productos del pensamiento.
Una trova de séquitos recuperó estos escritos de la Comisaría 7ma donde se encontraban para ser quemados (un símbolo más de la ignorancia humana: los cabos no sabían cómo prender un fósforo); las recopiló y hoy, gracias a la misma tecnología que paradójicamente era enemiga número 1 de nuestro Licenciado R -no hubo manera de convencerlo de que Bill Clinton no era el dueño de una empresa de computadoras cuyo nombre en inglés significaba “Viento Dos”- hoy se hace justicia con uno de los pensadores más grandes de las tierras litoraleñas, que bien podría sentárselo en una mesa de debate del Bar Nuevo Tokio, junto a Lucho Pérez Calle, Jorge Álvarez, El ruso Peizovich y la legendaria Martha Goyri, dándole glamour y belleza a la intelectualidad autóctona.
¡Basta de preámbulos que puedan ensombrecer la magnificencia de nuestro Licenciado R! Quienes aún no lo conozcan, a medida que se publiquen en este Rinconcito las obras del homónimo, irán descubriendo las personalidades de este entrañable soltero compulsivo que un rapto de soberbia sinceridad (es decir, de borrachera) se definió a sí mismo como “el hombre que toda madre quiere para su hija… pero que ninguna hija quiere”.
(En la foto se ve por qué la madre del Licenciado R reclamaba Metadona... también el del odio que con el tiempo le agarró)
Al Fiiiin!!!!... Celebro la apertura de este blog!!!
ResponderEliminarMuy emotivo el texto, me parece muy interesante rescatar la figura del Licenciado... Licenciado.
Esteee, bue. Un abrazo Grande!!!
Y espero que este espacio sea el pretexto pa muchos textos.
Saludetes
No entiendo, por qué el Licenciado se resignó y llamó al silencio?? Qué va a pasar cuando se publiquen todos sus escritos y no quede más?
ResponderEliminarLo iremos juzgando escrito a escrito a ver si merece la pena investigar su desaparición para recuperarlo, o no!
jaja besos!
Compiladores del Licenciado R:
ResponderEliminar¡Albricias, albricias, por este nuevo espacio!
Interesante conocer quien fue este procer sin motivos para serlo.
Cuando dicen que el Lic recorría, errante, los barrios santafesinos, se me viene a la imagen un Cacho Galé preguntando dónde hay pique.
De sus preguntas que lo definen como tábano socrático, surge a las claras que el Lic se daba un lujo que hoy pocos pueden darse: viajar en colectivo.
¿Dónde estará el Lic?
¿Bajará algún día como Zarathustra a anoticiarnos se la presencia de un superhombre? ¿Quién será ese superhombre? Ya sabemos que Cerati no, como dice en el popular tema de Soda Stereo.
¿Es él el superhombre?
Basta esperar si es que esto alguna vez ocurre.
Espero, eso sí, regocijarme en este espacio con sus textos.
Por suerte sus manuscritos han sido salvados. ¿Estaremos ante la presencias de un nuevo Franz Kafka? ¿O será un Guido Kafka (sic)?
En épocas de suicidios cartesianos, que prevalezca la cordura (y la gordura pro-metadona).
Saludos licenciados...
Don Rodrigo.
¡¡Celebro la llegada de este blog!! Es más: ¡¡Pinky y Celebro la llegada de este blog!!
ResponderEliminarEstoy ávido por conocer los manuscritos del Licenciado. Y también estoy ansioso por saber en qué era Licenciado.
Sin dudas su historia nos conmoverá y nos llenará de dudas, de preguntas, de acertijos... convengamos que nos mantendrá despierta la mente. Nos hará preguntarnos por qué.
Tengo entendido que la foto que ilustra el texto es una de las pocas que se conservan del Licenciado. Y poco se sabe sobre él. Algunos dicen que era maestro, otros afirman que era doctor. Pero yo les creo a los compiladores.
Coincido con Barba: ¿Será el Licenciado el superhombre que nunca conocimos? ¿Estará la Historia preparada para este personaje?
A mí la Historia o la historia me importan un carajo, pero yo quiero saber qué pasó con el Licenciado.
Creo que este blog nos tendrá en vilo y nunca se saciará nuestra sed.
¡¡Éxitos!!
Weinbaum (ávido de noticias del Lic.)
Gracias a todos por la bienvenida a la obra del Lic. R.
ResponderEliminarLos compiladores creíamos una injusticia que tamañas verdades innecesarias y para nada inquietantes quedaran en el silencio de un sótano.
Le Fer Net:
Todavía estamos viendo de dónde se puede rescatar la figura del Lic... aunque sospechamos ya no tiene vuelta atrás.
Srita Sarandón:
No se ofusque más... el Lic será fácil de encontrar, pero muy difícil de retener.
Don Rodrigo:
El Lic estaría muy agradecido de poder leer su noble comparación con Zarathustra, el memorable compañero de banco de Coné, el sobrino de Condorito, no? O estamos equivocados?
Srito. Weinbaum:
Ni la historia está preparada para el Lic., ni el Lic. está preparado para pasar a la historia. Quizás esa sea otra hipótesis de su desaparición. Por otro lado, si su sed persiste, nos tiraron el dato de que Gatorade de Pomelo rosado es muy bueno para contrarrestarla.
Los Compiladores.
Como no recordarlo. Podría traer muchas anécdotas del Lic. por ejemplo la vez que ...
ResponderEliminarOh no otra vez el maldito Alzheimer, justo ahora que iba a explayarme sobre ... ¿ de quien era ?